Un Museo sin pasillos ni salas, pero con calles y plazas,
sin paredes ni expositores, pero con más de 100 muros,
sin cuadros, pero con sorprendentes murales,
sin grandes presupuestos, pero con grandes propósitos,
sin guardias de seguridad, pero con los vecinos siempre en guardia,
sin extintores, pero con una creatividad incendiaria,
sin ticket de entrada, pero con acceso a todas las áreas,
sin horarios de visita, pero con todo el tiempo del mundo.

Un museo sin restauradores porque todo es efímero,
sin grandes beneficios económicos, pero con enormes beneficios sociales,
sin tienda al final de recorrido, pero con un estupendo consultorio médico,
sin grandes pretensiones, pero con gran pasión,
sin arte urbano; pero con arte rural;
sin peros que valgan...

¡MIAU es GUAU!